El blog como evolución del nuevo periodismo
El blog como evolución del nuevo periodismo
Redacción Juan Josué Albeláez
Email: eusoj18@hotmail.com
Sin duda alguna, la migración del periodismo del papel al mundo .com, aunque necesario ha sido un camino difícil de andar. Aún hoy en día se discuten las ventajas y desventajas de la evolución. Algunos románticos de las letras plasmadas con tinta reniegan de la importancia de internet en la distribución de la nueva información, tal como el testarudo se cubre los ojos para ignorar la realidad contraria a sus pensamientos. Para la desgracia de estos la superioridad actual del periodismo digital sobre el tradicional es una realidad científicamente comprobada, gústele a quien le guste. Las cifras estadísticas de algunos de los periódicos más importantes del mundo así lo firman.
The New York Time, en su versión digital es el periódico más leído del mundo, con aproximadamente 20 millones de visitas al mes. Esto muestra la importancia y el alcance que tiene el periodismo digital en estos tiempos 2.0. Es un mercado que debe ser explotado con la mente abierta, dispuestos a la expansión y a olvidar mucho de lo que se enseña como cánones del periodismo tradicional.
En la obra El Imperio Digital, de Leandro Zanoni (2008) el autor explica algunas razones por las cuales ha sido necesaria la migración hacia latitudes on line. Entre otras cosas, la falta de papel o la dificultad para conseguirlo ha obligado a mucho periódicos tradicionales a desprenderse de las imprentas y sujetase a los cambios para poder sobrevivir. Además de abaratar los costos de producción, esto ha marcado grandes diferencias que de alguna manera u otra impactan a los comunicadores sociales de larga trayectoria.
Por su parte, las diferencia entre la manera de producir periodismo se hacen notorias desde el acto de redactar una noticia. En los periódicos físicos impera el análisis extenso y amplio de las noticas con marcadas tendencias y opiniones de los periodistas. Un trabajo minucioso dirigido a un público selecto, de esos que cada vez son menos, de los que tienen tiempo para sentarse sosegadamente, abrir el tabloide que compraron bien temprano y leer, leer y seguir leyendo. En cambio las noticias reseñadas en medios digitales deben ser diseñadas de tal manera que el lector, generalmente agitado y sin suficiente tiempo, se mantenga informado, es decir información precisa, oportuna y sobre todo breve, con más imágenes y contenido audiovisual.
El problema es que algunos periodistas que han tenido la valentía de dar el salto al mundo digital, lo han hecho con las costumbres tradicionales, análisis extensos para ser leído desde una pantalla, sin el atractivo visual y los resultados dejan mucho que desear. Hacerlo de esta manera descarta tajantemente el apoyo de los adolescentes y adultos jóvenes, quienes con razón parecieran ciegos ante cualquier contenido sin atractivo audiovisual. Para bien o para mal, Facebook e Instagram nos han enseñado que el futuro de la literatura es fotográfico, con muchos megapíxeles y de preferencia con audio.
Los jóvenes en su mayoría no leen el periódico físico. Para informarse de los sucesos de su interés prefieren el blog y las redes sociales. Menos del 17%, según El Imperio Digital, se animan a tomar un papel con letras noticiosas. Por lo tanto es un mercado que no se puede ignorar.
Del mismo modo, la novedad informativa también es un punto de total diferencia entre el periodismo tradicional y el uso de blogs noticiosos. En el medio web, las noticias pueden ser consultadas a 10 minutos o menos de algún acontecimiento (según la agilidad del blogger), mientas que por desgracia, los fieles del papel deben esperar al menos 20 horas para tener la reseña de la noticia en sus manos, quizás más. El camino es largo y tedioso. Cuando por fin el periódico llega a las manos del lector es noticia pasada de moda. Por lo tanto, ya no es necesario que un periódico sea de ayer para ser viejo.
Otra de las grandes ventajas que tienen los blogs noticiosos es el tráfico de personas que la visitan para consultar la noticia y al mismo tiempo participar en ella. Los comentarios de usuarios en los post han sido una gran herramienta para darle vida a la noticia, abrir el debate y dar a luz más noticias. El periodista Ricardo Noblat considera que el blog es un vehículo noticioso poderosamente democrático. Y esto acurre tanto a nivel del usuario como con los mismos periodistas.
Para muchos profesionales de la información los consejos editoriales de las grandes cadenas informativas coartan su creatividad y a la final se publican cosas muy distintas a lo que desea el periodista. Sin embargo mediante la web se ha dado paso a la verdadera libertad de expresión de los escritores de noticias. El blog ha permitido tener el control total de lo que ahí se publica. Esto ha sido una novedad con responsabilidades implícitas, entre ellas, adquirir una preparación adecuada para asumir los retos.
En todo el mundo, especialmente en américa latina el periodismo digital está sumido en tabúes. Son pocas las universidades en la región que forman a sus estudiantes de comunicación en el tema de periodismo digital, la academia está quedando atrás en cuanto a innovación informativa. Pareciera que tienen temor a dar el primer paso. Para 2008, por ejemplo, las universidades argentinas no tenían, ni siquiera una materia que hablara sobre periodismo digital, irónicamente en 2007 fue “el encuentro panamericano de comunicación e internet” en la ciudad de Buenas Aires.
Por cierto, en dicho congreso, Jim Brandy que para entonces era el director de The Washington Post On Line, tuvo una intervención sumamente motivacional sobre el periodismo digital y el uso del blog como herramienta informativa. Decía entre otras cosas que no tomar riesgos en la web es un fracaso y que los periodistas de los medios escritos no evolucionan tan satisfactoriamente como un blogger pero para esto hay ventajas y sacrificios que hacer.
Todo esto nos planta a reflexionar sobre el camino que nos queda por delante en el apasionante mundo del periodismo digital. La idea es dar el salto y estar dispuestos a fracasar una y mil veces mientras se gestan nuestros grandes triunfos.